Son las 9:06 pm. Me despierto desorientada y un poco mareada. Me quedé dormida esperando su llamada. Escucho la gente de la calle pasar y afuera de mi habitación se oye un preocupado: "¿Se habrá quedado dormida?". Llaman a mi puerta y no respondo.
Miro mi celular: 0 llamadas perdidas. No se ha dignado a llamarme. Dios sabe todo lo que he tenido que aguantar para no llamarla. Mi orgullo me dice que espere.
Me he puesto en plan de esperar a que ella llame, y asi saber si ella tiene la misma necesidad de mi, así como la tengo yo de ella. Dios mío, lo único que quiero es tenerla entre mis brazos. Ya lo sé, no digas nada; el pescador se convierte en pescado. Siempre que ocurre me dices lo mismo.
Me quedaré aquí en mi habitación encerrada hasta que ella me llame otra vez. Sólo espero que ella no esté en los mismos planes que yo...
-Liliana-
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