Mis ojos se perdieron, extinguiéndose en mi corazón
El nuevo guardián de los infiernos, disfrutó de su esplendor
Tu encarcelada, de su lado yo estaba
Me hizo firmar la muerte, me hizo aborrecer mi suerte
Me hizo gozar la burla, me hizo perder los dientes
Y a mis hijos matarlos desde lo profundo, de mi vientre
Me negaron la cordura, me impusieron la locura
Y me divertí fabricando miedo, a costa de un mendrugo
Darlo de beber al ciego, darlo de morder a la serpiente
Rociar perfume inmundo, dando de comer al del tridente
Sólo soy un Ángel viejo y ciego
En la estepa gris, de los caídos
Galopando herido, galopando fiero
Y el pueblo que se ve a lo lejos, lo alimenta el miedo
Lejos muy lejos del cielo... --->
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